dc.description.abstract | Con la llegada del COVID-19, no solo se está observando un fuerte impacto sobre la salud de la población, sino también en el acceso a servicios básicos, la situación laboral e ingresos de los grupos vulnerables, situaciones que impactan directa y desproporcionadamente a los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo, además de aumentar su vulnerabilidad. Asimismo, esta crisis ha provocado la paralización de los movimientos internacionales de personas, el cierre temporal e indefinido de fronteras, e impuesto la restricción de movilidad y medidas de confina- miento doméstico. Numerosos países de la región están coordinando más estrechamente, intercambiando información entre autoridades de migración para identificar pasos de frontera informales y dar atención oportuna a los migrantes irregulares (Costa Rica, Nicaragua, Colombia-Ecuador- Perú). El cierre de fronteras puede impactar a comunidades fronterizas por una caída en el empleo y en el acceso a bienes como provisiones de alimentos y a servicios como salud y educación. Esto podría afectar de manera preponderante a los migrantes, que se mueven pendularmente en algunas fronteras, como es el caso de la de Colombia. | en |